Y se cierra la trilogía de la pareja con Ne pourrais echápper des tes fantômes, el primero de los tres cortos cortos que rodamos en esa variante del stop motion que hemos venido llamando shot motion. Recomiendo pinchar aquí para verlo mejor.
Se cierra así un círculo algo experimental dedicado a deconstruir no el contenido del cine, sino su forma misma, volviendo a su esencia: fotograma a fotograma. Pero no 24 por segundo, sino lo que la secuencia requiriera. Entre muchas cosas que me llevaron a probar el shot motion, quizá la mayor fue un experimento conmigo mismo: armarme de paciencia. Porque otra cosa no, pero montar frame a frame cada corto, puedo asegurar y aseguro, que es una auténtica tortura que no recomendaría ni a mi peor enemigo.
Pienso seguir experimentando, el 3D ya me está llevando por muchos derroteros que, tiempo atrás, ni yo mismo habría imaginado. Pero hay más. Habrá más...
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