viernes, 29 de agosto de 2008

Shot motion o cómo volverte loco en agosto en Madrid

En el proceso cinematográfico lo normal y protocolario es rodar absolutamente toda  la imagen y, una vez montada y con todo clarito, doblar el sonido. Eso es  hacer películas, ¿no? 

Quizá, precisamente por esa facultad de ser imágenes en movimiento, deba ser así. Sin embargo, cuando te enfrentas a un rodaje de fotografías fijas y, sobre todo, a montar una barbaridad de las mismas, te das cuenta de que no puedes seguir el devenir usual del proceso cinematográfico. Necesitas el sonido lo primero de todo. 

Por eso hace unos días, Sergio, Pablo, Jorge y yo estuvimos doblando a Nic Stratton y Ángeles Maeso para el corto Las 5 muertes de Ibrahim Gonsález, antes de haber rodado un sólo fotograma. ¡Perdón! De haber hecho ni una sola foto. 

Del mismo modo, un rodaje suele agrupar todo lo posible los días de trabajo, con el fin de que el coste sea el menor posible en el plazo más corto.  Pero, como esto no es un corto convencional, rodamos un día dos escenas cruciales de diálogo - quizá  la parte más complicada de editar entre fotos y sonido - y no volvemos a rodar hasta la primera semana de octubre. ¿Por qué? Pues porque hace falta tiempo para editar esas dos escenitas, ver cómo funcionan, buscarles el ritmo DE CADA FOTO, averiguar si hay que repetir el doblaje de alguna o todas las partes, encontrar la forma de que el resto de sonidos se integren y, claro, que cuando vayas  a Londres a etalonar no tengas sorpresas desagradables, porque como ya he dicho, no es una peliculilla normal y corriente.

De momento dejo aquí una foto de aperitivo. En octubre, tras la reflexión con las escenas editadas y con el ánimo por las nubes para corregir los fallos y hallar el camino correcto para el resto, terminaremos el rodaje. Esperemos que podamos conservar las fechas de mediados de noviembre para la postpro en Londres y... aprovecharemos allí para otro pequeño experimento. Se llamará Cogiendo el ritmo y tomaremos por asalto Picadilly Circus y las londinenses calles del Soho para el rodaje.

Esperemos que a principios del invierno tengamos la copia de 35 de Ibrahim y la veamos en Kinépolis. 

Mientras tanto, experimentos más modestos como Ne pourrais échapper à tes fantômes están en proceso de verse en su modo completo (hace no mucho se vio su embrión en esta misma página) en un día no muy lejano.

De momento, intento no hacerme muchas pajas mentales con esto del "Shot motion" (o lo que es lo mismo: volverse loco intentando hacer una peliculilla en fotos).