A pesar de que este blog parece cada día más una sección de necrológicas, publico aquí nuestro sentido dolor por la muerte de Rohmer, uno de los veteranos con más saque del pasado siglo. Sus películas, a menudo bofetadas contra la pequeña burguesía, eran (y son) una delicia tremenda.
Particular y personalmente, destacar Pauline en la playa, una maravilla rodada en playas tan vacías como los corazones de sus protagonistas.
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