Esperanza. Si Avatar da algo, es esperanza. Ayer, cuando terminó la proyección, la gente se levantó y aplaudió y silbaba y movían los brazos y había rostros emocionados y muchos no lloraron porque aquí somos muy machos todos, pero no les hubiera importado llorar. Yo lloré. Lloré porque ver a la gente aplaudiendo así singifica mucho.
Yo llevo un año y pico diciendo que dios existe y que yo lo he visto y todo cristo me decía "que sí, que sí..." y ayer toda gente aplaudiendo decía "eh, tronco, que tenías razón, que lo hemos visto nosotros también". Sé que es un ejemplo descabellado, pero así me ha salido. Yo llevo este año y pico diciendo que el 3D es algo bueno, que es un nuevo lenguaje por construir, que es arte, que es negocio, que es cultura, que es grande. Muchos cenizos me dicen que no pasa de ser una broma de feria. Y ayer, ni feria ni hostias. La gente aguantó 164 minutos con las gafas puestas y aplaudió. ¡Aplaudió! Virgen santa, ¿por qué significa tanto? Porque no solo la industria ha abierto la puerta al 3D. La gente ha abierto sus corazones. Han aceptado el 3D. Eso es esperanza.
Avatar dura casi tres horas y no le sobra ni un minuto. Es una tontería como un templo, Bailando con lobos pero con marcianos. Pero, una vez más, no se trata de lo que cuenta sino de cómo lo cuenta. Yo intentaba fijarme en la estereoscopía, en la planificación, en detalles y a los diez minutos ya estaba dentro de la película. ¡Sí, estaba dentro! Hay una escena en la que vuelan en una especie de pterodáctilos y puedo asegurar que vives esa secuencia. En el Broadcast de Madrid comentaron que no sabían cómo se quedarían grabados en la mente los recuerdos de una película en 3D. Yo ya lo sé. Lo comprobé ayer. Porque tantas partes de la película están en mi cabeza como si yo mismo las hubiera vivido. Lo he dicho otras veces: el 3D es emocional y logras una identificación enorme. Por eso, muchas de las cosas las vives en primera persona. De hecho, te sorprendes a tí mismo enamorándote también de Zoë Saldana. Te sorprendes, porque no es ella de carne y hueso, es una cosa azul, pero ves esos ojos, más que reales, hiperreales y te llegan.
Ya he leído algunas críticas. Me parece normal que haya gente a la que no le gusta y no me extraña, porque todos los que hablan mal de ella lo hacen desde una perspectiva cínica. No hay que ver Avatar desde el cinismo. Hay que verla desde la inocencia. Es una película absolutamente inocente. Te puede parecer una chorrada que se enchufen a los árboles y que conecten con los animales y todo eso, la puedes acusar de panfleto new age, pero eso es de pobres de mente. Hay que verla sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, porque entonces la película te atrapa. Te atrapa. Cuando terminó hablé con Miguel Ángel, uno de los ingenieros que está con nosotros en esto del 3D y le pregunté si le había gustado la estereoscopía. Él me dijo: "¡Qué 3D ni nada! ¡Si la película es buenísima!". Y es verdad. Es buenísima, porque te atrapa, porque las tres horas se te pasan echando hostias, porque luego la recuerdas milimétricamente, porque una historia tan tonta te llega. Por eso es tan buena.
James Cameron lo ha intentado varias veces. Yo siempre defenderé su Terminator (el original) contra viento y marea. Pero él nunca ha querido solo hacer filmes de acción. Ha querido contar historias de amor. Lo intentó con Abyss. Le salió demasiada acción y ciencia ficción y poco amor. Lo volvió a intentar con Titanic. Le salió una castaña de amor ñoño y muy poco arte. Con Avatar por fin lo ha logrado. Posiblemente es su mejor película y posiblemente sea realmente la primera película del siglo XXI. Cameron lo ha conseguido, porque la historia de amor te llega y la acción te atrapa.
Cuando, al final de Titanic, Leonardo Di Caprio moría, ahí había dos muertes más. Una, la del Di Caprio niñato. Murió y empezó a hacer películas de verdad y a ser un buen actor y a que los que le teníamos una manía de la hostia, le respetásemos. La segunda muerte era la de Cameron. No se ha pasado alejado del cine todos estos años casualmente. Ha desarrollado la tecnología estereoscópica. Pero Cameron sabe que no sólo de ciencia vive el hombre y ha hecho una película emocionante. Emocionante, sí, porque emociona. Cameron, ha vuelto a la vida.
En la película se dicen "Te veo", que viene a significar algo como veo tu alma, te comprendo, te quiero... cuando al final ella, una bicho azul de tres metros, coge en sus brazos al bueno de Sam Worthington (una persona) y le dice "te veo", yo lloré. Porque sí. Porque es emocionante. Porque qué más dan las razas, ni los colores, ni las especies (jarl!) si somos capaces de amar. ¡Joder, de puta madre! Yo lloré y volveré a hacerlo.
El 3D no es ciencia ficción, ni una atracción de feria, ni una tontería, ni el futuro. El 3D es el presente.
Bienvenidos a la era del 3D. Esto, solo es el principio...
Yo llevo un año y pico diciendo que dios existe y que yo lo he visto y todo cristo me decía "que sí, que sí..." y ayer toda gente aplaudiendo decía "eh, tronco, que tenías razón, que lo hemos visto nosotros también". Sé que es un ejemplo descabellado, pero así me ha salido. Yo llevo este año y pico diciendo que el 3D es algo bueno, que es un nuevo lenguaje por construir, que es arte, que es negocio, que es cultura, que es grande. Muchos cenizos me dicen que no pasa de ser una broma de feria. Y ayer, ni feria ni hostias. La gente aguantó 164 minutos con las gafas puestas y aplaudió. ¡Aplaudió! Virgen santa, ¿por qué significa tanto? Porque no solo la industria ha abierto la puerta al 3D. La gente ha abierto sus corazones. Han aceptado el 3D. Eso es esperanza.
Avatar dura casi tres horas y no le sobra ni un minuto. Es una tontería como un templo, Bailando con lobos pero con marcianos. Pero, una vez más, no se trata de lo que cuenta sino de cómo lo cuenta. Yo intentaba fijarme en la estereoscopía, en la planificación, en detalles y a los diez minutos ya estaba dentro de la película. ¡Sí, estaba dentro! Hay una escena en la que vuelan en una especie de pterodáctilos y puedo asegurar que vives esa secuencia. En el Broadcast de Madrid comentaron que no sabían cómo se quedarían grabados en la mente los recuerdos de una película en 3D. Yo ya lo sé. Lo comprobé ayer. Porque tantas partes de la película están en mi cabeza como si yo mismo las hubiera vivido. Lo he dicho otras veces: el 3D es emocional y logras una identificación enorme. Por eso, muchas de las cosas las vives en primera persona. De hecho, te sorprendes a tí mismo enamorándote también de Zoë Saldana. Te sorprendes, porque no es ella de carne y hueso, es una cosa azul, pero ves esos ojos, más que reales, hiperreales y te llegan.
Ya he leído algunas críticas. Me parece normal que haya gente a la que no le gusta y no me extraña, porque todos los que hablan mal de ella lo hacen desde una perspectiva cínica. No hay que ver Avatar desde el cinismo. Hay que verla desde la inocencia. Es una película absolutamente inocente. Te puede parecer una chorrada que se enchufen a los árboles y que conecten con los animales y todo eso, la puedes acusar de panfleto new age, pero eso es de pobres de mente. Hay que verla sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, porque entonces la película te atrapa. Te atrapa. Cuando terminó hablé con Miguel Ángel, uno de los ingenieros que está con nosotros en esto del 3D y le pregunté si le había gustado la estereoscopía. Él me dijo: "¡Qué 3D ni nada! ¡Si la película es buenísima!". Y es verdad. Es buenísima, porque te atrapa, porque las tres horas se te pasan echando hostias, porque luego la recuerdas milimétricamente, porque una historia tan tonta te llega. Por eso es tan buena.
James Cameron lo ha intentado varias veces. Yo siempre defenderé su Terminator (el original) contra viento y marea. Pero él nunca ha querido solo hacer filmes de acción. Ha querido contar historias de amor. Lo intentó con Abyss. Le salió demasiada acción y ciencia ficción y poco amor. Lo volvió a intentar con Titanic. Le salió una castaña de amor ñoño y muy poco arte. Con Avatar por fin lo ha logrado. Posiblemente es su mejor película y posiblemente sea realmente la primera película del siglo XXI. Cameron lo ha conseguido, porque la historia de amor te llega y la acción te atrapa.
Cuando, al final de Titanic, Leonardo Di Caprio moría, ahí había dos muertes más. Una, la del Di Caprio niñato. Murió y empezó a hacer películas de verdad y a ser un buen actor y a que los que le teníamos una manía de la hostia, le respetásemos. La segunda muerte era la de Cameron. No se ha pasado alejado del cine todos estos años casualmente. Ha desarrollado la tecnología estereoscópica. Pero Cameron sabe que no sólo de ciencia vive el hombre y ha hecho una película emocionante. Emocionante, sí, porque emociona. Cameron, ha vuelto a la vida.
En la película se dicen "Te veo", que viene a significar algo como veo tu alma, te comprendo, te quiero... cuando al final ella, una bicho azul de tres metros, coge en sus brazos al bueno de Sam Worthington (una persona) y le dice "te veo", yo lloré. Porque sí. Porque es emocionante. Porque qué más dan las razas, ni los colores, ni las especies (jarl!) si somos capaces de amar. ¡Joder, de puta madre! Yo lloré y volveré a hacerlo.
El 3D no es ciencia ficción, ni una atracción de feria, ni una tontería, ni el futuro. El 3D es el presente.
Bienvenidos a la era del 3D. Esto, solo es el principio...
16 comentarios:
Amen hermano!!!! (ya van 2 visionados jejeje)
Yuju!
Pues nada, iremos a verla. Quizás consiga enarmorarnos tanto como a tí. ¡Salud!
Eso espero! Con mucha inocencia, hay que ir a verla así. Sin ningún prejuicio.
Soy Eduardo, uno de los Calatravos que grabamos el video de Saxon en Peracense.
Ayer fui a Zaragoza a ver Avatar en la sala 3D de alta definición de los Yelmo. En sus butacas rojas vibradoras jejeje.
Siempre me he considerado un cinéfile empedernido. Sobre todo del cine de palomitas y espectáculo.
Ayer creo que vi el comienzo de lo que será el Nuevo Cine.
Estamos viviendo una transición tan importante como la del blanco y negro al color.
Es una lástima que el retraso del video en el que participamos haya hecho que se tenga que ver después de esta película. Será como ver "Los otros" después del "sexto sentido".
Ánimo Pablo con tu proyecto en 3D. Es el futuro.
Un abrazo desde Alcañiz.
Hombre! Una alegría leerte por aquí y tus sabias palabras. Saxon es una cosita pequeña comparada con Avatar, así que tampoco hay que preocuparse demasiado. Algún día se verá y ese día será grande! Lo disfrutaremos! Un abrazo
Yo también sigo manteniendo algo de confianza en el 3D como nueva forma de contar las cosas. Pero con Avatar no me han vendido la moto. La evolución en el cine debe venir de un cambio en el lenguaje, y yo he visto los mismos convencionalismos cinematográficos de siempre pero ahora con esteroscopia. Y me he sentido estafado. Primero, porque la historia está al servicio de los efectos especiales y no al revés. Segundo, por el guión construido a base de clichés débiles y personajes planos (por mucho que estén en 3D). Tercero, porque quería cine y me vi metido en un videojuego donde todo me parecía artificial.
Cuando hablaste del 3D en las jornadas de reaización de la USJ vi muy identificadas mis ideas. Pero esto es la misma mierda de siempre con un envoltorio más bonito, y me pregunto quién se acordará de Avarar dentro de cinco años cuando toda su técnica quede obsoleta.
Para explorar realmente las posibilidades del 3D tiene que venir alguien que vaya un paso por delante de todos, un Kubrick que reinvente la rueda. Estoy con los ojos y la mente bien abiertos, pero hasta que algo así ocurra, segurié manteniendo cierto escepticismo.
Que la gente llore y aplauda en una sala de cine, no obstante, siempre será motivo de alegría.
Un Saludo.
Paciencia, amigo. Paciencia. Como he dicho es un primer paso. El primer paso. Y como todos los primeros pasos, cuesta. Pero créeme. Es solo el principio. Ya hay cambios en el lenguaje visibles, pocos, pero los hay. Sobre todo está el más importante: que la película te atrapa. Si no lo logró contigo, lo siento. Quizá el escepticismo sea un arma de doble filo.
No, si tienes razón. Aún con todo sigo con esperanzas de cara a Battle Angel Alita, porque creo que en Avatar nos ha salido el peor Cameron y si se desentumece un poco puede hacer algo verdaderamente bueno con las nuevas técnicas.
Y sí, algún indicio de cambio sí hay, pero tanto prometer revolución y resulta Los mundos de Coraline ya hizo un mayor uso expresivo y dramático del 3D que Avatar. Pero vamos, que al final lo que estoy juzgando es la película como tal, y me parece mala. Y por buscar un ejemplo extremo, me veo más sumergido en películas como 12 hombres sin piedad, con su blanco y negro bidimensional, que con los millones de colores estereoscópicos de la película de Cameron.
Un Saludo.
Insisto en que no tienen sentido las comparaciones. El blanco y negro o el mudo pueden ser mejores que una imagen holográfica. E insisto, "Avatar" ha jugado el papel que debía, ni más ni menos. Pensar que iba a ser un "Ciudadano Kane" es un tremendo error. Es lo que es: Una película para hacer que la gente acepte el 3D.
Sólo quería poner ejemplos muy claros de ver, soy el primero que odia comparar. Es sólo que veo mucho fanatismo en algunos sectores y me gusta argumentar a la contra.
Si se establece bien, el 3D es un paso natural después del sonido, del color... veo absurdo cerrarse en banda a él, y de lo que tengo ganas es de ver algo que lo aproveche de verdad y que no pueda ser contado a través de las dos dimensiones habituales.
Y con esto cierro el tema, que soy un apasionado y me pongo muy pesado para estas cosas.
Un Saludo!
Pues tu tranquilo, que el 3D de verdad está por llegar. Que las primeras películas en color tampoco fueron la hostia. Poco a poco.
Totalmete de acuerdo con Corcho.
Los mundos de Coraline explotaba mucho mejor las posibilidades del 3D. Y por el trailer de Alicia en el país de las maravillas, parece que Tim Burton también le ha debido coger el tranquillo.
POR FAVOR NO MEZCLEMOS CHURRAS CON MERINAS.
12 hombres sin piedad es normal que te atrape Corcho, porque es una de las mejores películas de la historia del cine (y eso que me contengo).
A años luz de Avatar. A años luz... No comparemos películas, que son incomparables por favor. Un poquito más de respeto a Lumet.
Y un poquito más de respeto en general. Que Los mundos de Coraline... por favor.
Cuidado, que Los mundos de Coraline, explotaba muy bien algunas sensaciones en 3D.
Mantengo lo dicho.
Yo también. Me parece amigo Nacho que entiendes por "sensaciones en 3D" cosas más cercanas a los parques de atracciones, que es lo que hacía "Coraline" u otras peliculas. Yo hablo de hacer cine en 3D, que es lo que está empezando a gestarse ahora.
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