En el Cahiers de diciembre hablan del DVD como "la gran esperanza" para los nuevos cinéfilos. Y quizá, de algún modo, tengan razón. Sin embargo, hablan del DVD como principio y no como lo que es: un formato en vías de extinción. ¿Extinción? Sí, sí.
El DVD va a seguir unos cuantos años más, eso no lo dudéis. El Bluray no va a agarrar. Entonces, ¿cómo veremos películas? ¿Cómo formaremos nuestras videotecas?
Las películas en los cines - películas digitales, se entiende - ya no tienen un soporte físico concreto. Un simple disco duro o un pen drive de alta capacidad, pueden albergar una película entera. Una simple conexión USB 2.0 hace posible que se descargue en el servirdor del proyector. Los proyectores - normalmente 2k - de los cines trabajan con las normas DCP y con compresión JPEG 2000. Eso es caro. En casa no vamos a tener eso, porque no tiene sentido. El JPEG 2000 es una compresión maravillosa, porque comprime cada frame, por tanto la compresión es fotograma a fotograma, no varios de vez y entonces la calidad comprimida y perdida es mucho menor. En casa, aunque los fabricantes de tv's nos vendan la moto con el Full HD y Youtube haga lo propio, convimimos todos los días con compresiones. En concreto y mayoritariamente, con el H.264.
Siendo una compresión que no es la ideal (no deja muchos artefactos en la compresión final, pero sí lava la imagen bastante, por ejemplo) es una opción bastante acertada. De aquí a unos años, veremos todas las películas - en casa - bajo estas premisas.
El DVD no sólo es que vaya a morir, es que debe morir. Es un sistema basado en la normativa PAL cuando los reproductores y las televisiones que se están vendiendo a día de hoy - y la TDT, claro - ya no se plantean el PAL ni como opción lejana. Lo lógico es que un soporte físico como el Bluray lo sustituyera, pero no lo logrará: Es muy caro, no se ha promocionado correctamente y grabarlo es MUY difícil. El DVD continuará como modo de grabación casero, del mismo modo que se hace con los CD's vírgenes. Pero en cuanto a venta de películas morirá.
¿Qué veremos entonces? En internet podremos comprar películas en Quicktime HD o AVI de alta definición 1920x1080 con una compresioncita de H.264. La podrás pagar por internet y te costarán 20 euros. Si vas con tu pen drive de marras al Fnac o a otra superficie, tendrán un aparato monstruoso que no será otra cosa que un enorme servidor de películas, en las que meterás tu tarjeta de crédito y enchufarás el USB y te descargarás la peliculita por 18 euros, por ejemplo. Y luego a comprar discos duros donde almancenarlas y a convivir con ellos y a que te roben la energía.
¿Y qué pasa con los formatos físicos? Yo aún compro vinilos, del mismo modo también podrás comprar ediciones de coleccionista de películas. Pero creo que se hará en un formato superior al Bluray, en el que los precios se podrán mantener debido a que estará destinado a los coleccionistas y no al público masivo.
Pero bueno, todo esto son corazonadas y castillos en el aire...
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