miércoles, 12 de septiembre de 2007

Tarantino vs. Rodríguez

Hace ya unos cuantos años que se conocieron los dos, de hecho si Robert Rodríguez logró hacer Desperado, fue en buena medida por Tarantino, el cual también le dio Abierto hasta el amanecer. Juntos hicieron dos de los cuatro capítulos de Four rooms e incluso Tarantino hizo alguna chapucilla en Sin City. Estaba claro que era cuestión de tiempo que hicieran algo más juntos.

Grindhouse ha llegado a Europa como dos películas distintas y creo que es lo mejor que podrían haber hecho. Planet terror y Death proof, son dos películas que nada tienen que ver aunque repitan algunos de los mismos actores. Tuve la suerte de estar en Cannes cuando Tarantino, porque es Tarantino, presentaba allí su película. Tuve la suerte de ver cuatro minutos – los de la última persecución – y me quedé acojonado. Me pareció increíble. Luego, más tarde, descubrí que la película entera estaba en youtube y, saltándome mi costumbre, me la vi. Faltaban algunos pasajes, eso es cierto, pero me dije: “¡Este hijoputa se ha vuelto a superar!”. Sin embargo, después de verla entera en el cine y con la calidad que se merece, la película no es gran cosa. Aconsejo a quien no la haya visto aún que haga lo posible por verla en inglés, porque el doblaje es un asco. Eso para empezar. La película pinta muy bien, pero a medida que avanza se hace más larga, lenta y reiterativa. Los diálogos asustan – hasta para los que adoramos a Tarantino y no tememos decir tacos – precisamente de los tacos que hay cada segundo y medio. Parecen incluso de parodia. Todo el rollo en el bar, los tipos esos que se las quieren ventilar… a mi me sobra, más que nada, porque luego desaparecen y ya nada más se sabe de ellos. La hija de Sydney Portier se pega la película esperando a un pavo que jamás aparece y, de todo eso, quizá sólo se salven el baile de Vaness Ferlito y la conversación de Kurt Russel con Rose McGowan. Tarantino, que siempre ha elegido muy cuidadosamente sus cameos, aquí chirría por todas partes y cuando por fin se van del bar, das las gracias.

Y llegamos a un punto clave. Las dos muertes. La de Rose McGowan y la del primer grupo de chicas, me parecen de un virtuosismo al que ni siquiera Tarantino nos tenía acostumbrados, sobre todo el choque de los dos coches que está pesado, contado y medido con un talento sobrenatural. Sin embargo, no creo que todo eso esté bien estructurado en la película. Yo pienso que todas las cagadas de Tarantino, las ha hecho porque las películas en las que se fijaba son así de malas, pero también creo que la gracia es que hubiera hecho lo que ha hecho siempre, coger películas malas (Foxy Brown, por ejemplo) y convertirlas en Jackie Brown. Eso no pasa en Death proof. Para empezar, porque si haces un thriller, aunque lo hagas de cachondeo tienes que fijar una estructura que interese al espectador y ese es el mayor problema de la película, que a cada minuto que pasa, el malo es menos interesante hasta que resulta ser plano, estúpido y pasamos de él totalmente. Yo pensaba que al tener tres muertes, tendría una estructura en tres partes, como la mayor parte de los thrillers, y que por lo tanto mataría al arrancar a Rose MCgowan (una muerte rápida, para comenzar, para interesar al espectador), seguiría con la escena larga de las chicas y, para rematar claro, el tercero acto estaría formado por las otras chicas que hacen el cafre con el Dodge Challenger. Eso daría pie a que, a medida que avanza la trama, nos interesáramos más por Kurt Russel, a que indagásemos más en la mente del asesino a que el tipo fuera interesante, a que el policía que dice que va a perseguirle le persiga y un largo bla bla bla. Pero en vez de eso, todo es plano como las carreteras por las que circulan y el final, que podría haber estado muy bien si hasta ese momento Kurt Russel hubiera dado miedo, sinceramente a mi me parece decepcionante.

Todo lo contrario que Planet terror. ¡Todo el mundo se echa las manos a la cabeza con esta película, pero supera a Death proof en muchos aspectos! Para empezar, aunque la historia sea una chorrada como un templo, tiene una historia coherente, unos personajes interesantes, una progresión en la trama. A medida que avanza la película, Michael Biehn nos gusta más, su hermano y la salsa tejana nos caen mejor, el protagonista nos gusta más y Rose McGowan hasta cobra sentido y todo. Luego está Marley Shelton, que es una maravilla a cada segundo que pasa, sobre todo cuando se rompe la mano dormida intentado abrir el coche. Por supuesto que tiene defectos y metidas de pata (sino, no sería de Rodríguez) como la muerte del niño, la transformación estúpida de Josh Brolin, que hasta entonces era el médico interesantísimo que mascaba termómetros, la apariciones, desapariciones y reapariciones de personajes y, por supuesto, el cameo estúpido de Tarantino que sólo vale la pena por ver cómo se le cae la polla a cachos y el tío dice: “Tendrá que ser un polvo rápido”.

Planet terror es una parodia de las películas tontas de zombies, pero lo hace con una soltura que recuerdan al mejor Carpenter de sus años prósperos. Se dejan ver partes de 1997: Rescate en NY, Halloween, La Niebla, Golpe en la pequeña China, Asalto a la comisaría del distrito 13 o La cosa. Rodríguez habló con el agente de John Carpenter para que le compusiera la música, pero Carpenter ni le contestó. Así que el tío se hizo él mismo la música tal y como Carpenter se la habría hecho. Tiene momentos claramente carpenterianos, como es la escena de la moto enana, el secreto de la salsa barbacoa, el final postapocalíptico, la lucha en grupo, el límite de espacio y la lucha contra el sistema. Y además de eso, por fantástico que sea, lo que cuenta es coherente, entretenido y divertido. Un cachondeo puro y duro.

Tarantino es un cineasta y Robert Rodríguez alguna vez hace alguna cosa graciosa (como su historia de Four rooms, la mejor de la película), pero esta vez Tarantino no ha dado en el clavo. Espero que remonte, porque a mi con Kill Bill vol. 2 me pasó exactamente lo mismo: Me aburrió. Tenía dos o tres cosas vibrantes, pero el resto dejaba mucho que desear. Yo tengo muchísima confianza en él. La mayoría de cineasta en ciernes de mi generación nos metimos a esto de hacer películas por él. Fue ver sus películas y decir: “¡Yo también puedo!”. Fue un impulso, una auténtica revelación. Pero espero que vuelva a sorprendernos como nos hizo con Kill Bill vol. 1 y que pegue un bombazo. Yo me quedo con sus primeras películas, Reservoir Dogs para mí es y será su mejor película. Con muchísima diferencia.

Con esa sí que aprendimos.

2 comentarios:

Aragüés dijo...

De hecho, he encontrado a alguien que opina algo similar:
http://queco.blogspot.com/

Aragüés dijo...

Y el amigo Nacho Lasierra ha comenzado un blog. No dejéis de visitarlo:
unmundoimplacable.blogspot.com