domingo, 30 de septiembre de 2007

JOHN HUSTON: El Aventurero Tranquilo

El polifacético aventurero y director de cine John Huston nació en Nevada (Missouri), el cinco de agosto de 1906. Hijo del gran actor Walter Huston y de la periodista Thea Gore, fue un niño endeble que incluso sufría de soplo de corazón, lo que no le impediría convertirse, años después, en campeón universitario de boxeo (ambiente que refleja en su desoladora película Fat City, Ciudad dorada, 1972 ). Abandona los estudios con catorce años y se incorpora al ejército revolucionario de Pancho Villa a causa de la admiración que sentía por México. Cuando regresa a Estados Unidos inicia su carrera literaria escribiendo relatos para el American Mercury.

Además de militar y boxeador, fue periodista, dramaturgo, novelista, director teatral (1928-1940), pintor, jinete, jugador, torero, cronista judicial, guionista (para William Wyler, Raoul Walsh y Howard Hawks) e incluso actuó en muchas de sus películas, llegando a trabajar de actor en el teatro durante 1924 y 1925.

Tras su etapa como guionista, comienza su carrera como director de manera vertiginosa, adaptando una célebre novela policíaca de Dashiell Hammett (uno de los llamados a declarar ante el Comité de Acciones Antiamericanas): El halcón maltés (1941), película que lanza definitivamente al estrellato a Humphrey Bogart, con el que volverá a trabajar en otras de sus obras maestras: Cayo Largo (1948), El tesoro de Sierra Madre (1948), La Reina de África (1951)...

Durante la Según Guerra Mundial se enroló en la aviación y tuvo que abandonar el rodaje de Across the Pacific (1942), una aventura de espionaje. Mientras permaneció en el ejército se convirtió en cineasta militar al igual que John Ford, otro de los grandes cineastas norteamericanos. Allí, realizó tres documentales de los cuales se llegó a afirmar que "ellos solos constituían la película de guerra más bella del segundo conflicto". Estos tres documentales son Report from the Aleutians, The battle of San Pietro (1944) y Let there be light. Esta última es una película sobre el tratamiento psiquiátrico de los heridos de guerra, donde John Huston se inició en las técnicas de la hipnosis (que más tarde retomaría para su Freud, pasión secreta de 1962). Por estos tres documentales, es ascendido a comandante y obtiene la Legión de Honor.

A pesar de conseguir estas distinciones, tuvo que librar la penosa batalla contra el Comité de Acciones Antiamericanas, dirigido por el senador McCarthy (y con colaboración del posterior presidente de los EEUU, Richard Nixon), que lo llevó hasta Washington, en la conocida Caza de Brujas que se desató en Hollywood y asoló el mundo intelectual estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial.

En 1951 rodó la que es por muchos considerada como su gran obra maestra: La Reina de África, una comedia conmovedora, ambientada en el río Congo durante la Primera Guerra Mundial. En este escenario se encuentran forzosamente una solterona (Katharine Hepburn) y un envejecido Humphrey Bogart (que consiguió al fin su merecido y único Oscar) interpretando a un borracho desafiante de los alemanes. Constituyó uno de los mayores éxitos de la carrera de Huston, y su segunda nominación al oscar (la primera fue en 1950 con La Jungla de asfalto, una de las más excepcionales muestras de cine negro). Las peripecias sufridas durante el rodaje de La Reina de África se narran en Cazador blanco, corazón negro filmada por Clint Eastwood en 1990.

Poco después de rodar Moulin Rouge (1952), donde narraba la vida de Toulouse-Lautrec mientras hacía un hábil uso del color, John Huston se expatrió a Irlanda donde viviría en una gran mansión durante veinte años, libre de la fuerte represión intelectual que se mantuvo en Hollywood hasta mediados de los sesenta. Esta película le vale su tercera nominación a la preciada estatuilla de la Academia.

Durante la década de los ochenta vivió en una inaccesible isla mexicana. En 1983 dirigió a su hija Angelica Huston (ganó el Oscar a Mejor Actriz Secundaria) y al que fue compañero de esta durante 17 años, Jack Nicholson, en la asombrosa película El honor de los Prizzi (1985), que le otorgó un renovado prestigio a los ojos de la crítica y su cuarta y última nominación a los Oscar.

Ganó dos Oscar en la categoría de Mejor Director y Mejor Guión Original por El tesoro de sierra madre (1948). Su padre, Walter Huston, ganó ya en el final de su carrera un merecidísimo Oscar al Mejor Actor Secundario por este film.

Sartre llegó a trabajar como guionista de Huston en la película basada en la vida de Freud, pero esta relación se truncó, ya que el guión presentado por el francés tenía una duración aproximada de siete horas. Actualmente este guión se puede encontrar en una edición comentada (Freud. Un guión) ya que su autor se negó a rebajar su duración.

La última joya que Huston nos dejó fue la película Dublineses (The Dead) (1987), interpretada por Anjelica Huston (Oscar a la Mejor Actriz Secundaria) y que contaba con un excelente guión adaptado del relato corto de Joyce del mismo nombre, realizado por su hijo Tony Huston. John Huston dirige esta última película a las puertas de la muerte, en silla de ruedas y con la ayuda de una mascarilla de oxígeno. Es difícil encontrar en algún director norteamericano un fin de carrera tan digno, con tal precisión en lo detalles y tanta carga de profundidad intimista. Sin duda alguna su testamento cinematográfico se convierte a su vez en su realización más deliciosa.

Muere en New-Port el 28 de agosto de 1987, poco después de finalizar esta película, mientras se encontraba preparando como guionista y productor Mr. North, película que dirigiría con posterioridad su hijo Danny Huston

Su manera de dirigir muestra una mayor preocupación por el contenido que por el fondo (tal vez por sus inicios como prestigioso guionista, ya que sus tramas siempre presentan una sólida construcción) y presenta grandes irregularidades, con algunas películas mediocres, otras olvidables y un abultado puñado de innegables obras maestras.

A pesar de las numerosas adaptaciones literarias (adapta a escritores como Arthur Miller, Flannery O’Connor, Tenneessee Williams, Malcolm Lowry...) que realiza, su obra en conjunto, es un reflejo pesimista de la realidad social que le envolvía. Sus temas más recurrentes son el esfuerzo que en numerosas ocasiones llevará al inevitable fracaso (como en Éramos desconocidos de 1949, por ejemplo) de ahí que Huston sienta una especial simpatía hacia personajes “perdedores”. Como última observación: en toda su extensa producción no se encuentra ni una sola película de ficción del género bélico.

VB

FILMOGRAFÍA COMO DIRECTOR

Nota: solo se adjunta la lista de películas en las que Huston aparece acreditado como director, obviando, por motivos de espacio, su larga carrera de guionista: Jezabel (William Wyler, 1938), El Sargento York (Howard Hawks, 1941)... y sus contadas apariciones como actor: El Cardenal (Otto Preminger, 1963), The other side of the wind (Orson Welles, 1970, incompleta)...

El halcón maltés (The maltese falcon) (1941)
A través del Pacífico (Across the Pacific) (1942)

Como ella sola (In This Our Life) (1942)
The Battle of San Pietro (The Battle of San Pietro) (1944)
Cayo largo (Key Largo) (1948)
El tesoro de Sierra Madre (The treasure of the Sierra Madre) (1948) OSCAR
Éramos desconocidos (We Were Strangers) (1949)
La jungla de asfalto
(The asphalt jungle) (1950) Nominación
La reina de África
(The African queen) (1951) Nominación
La roja insignia del valor (The Red Badge of Courage) (1951) (mutilada por la censura)
Moulin Rouge
(Moulin Rouge) (1952) Nominación
La burla del diablo (Beat the devil) (1954)
Moby Dick (Moby Dick) (1956)
Sólo Dios lo sabe (Heaven Knows, Mr. Allison) (1957)
El bárbaro y la Geisha (The Barbarian and the Geisha) (1958)
Las raíces del cielo (The roots of heaven) (1958)
Los que no perdonan (The Unforgiven) (1960)
Vidas rebeldes (The Misfits) (1961)
Freud, pasión secreta (Freud) (1962)
El último de la lista (The list of Adrian Messenger) (1963)
La noche de la iguana (The night of the iguana) (1964)
La Biblia (The Bible) (1966)
Casino Royale (Casino Royale) (1967)
Reflejos de un ojo dorado (Reflections in a golden eye) (1967)
La horca puede esperar (Sinful davey) (1968)
Paseo por el amor y la muerte (A Walk with Love and Death) (1969)
La carta del Kremlin (The Kremlin Letter) (1970)
El juez de la horca (The Life and Times of Judge Roy Bean) (1972)
Fat City, ciudad dorada (Fat City) (1972)
El hombre de Mackintosh (The Mackintosh Man) (1973)
El hombre que pudo reinar (The man who would be king) (1975)

Independence (Independence) (1976)
Sangre sabia (Wise Blood) (1979)
Phobia (Phobia) (1980)
Let There Be Light (Let There Be Light) (1981)
Victory (Victory) (1981)
Evasión o victoria (Escape to victory) (1981)
Annie (Annie) (1982)
Bajo el volcán (Under the Volcano) (1984)
El honor de los Prizzi
(Prizzi's honor) (1985) Nomnación
Dublineses (The dead) (1987)


3 comentarios:

Aragüés dijo...

Sin duda Huston es un tipo al que hay que ahcer referencias más a menudo. Yo aún recuerdo la primera vez que vi "El halcón maltés" y me quedé destrozado. O también el primer visionado de "El tesoro de Sierra Madre", bueno y muchas otras, "La reina de África", "El honor de los Prizzi"... qué gran acierto que hayas escrito esto. Mucha calidad en el blog.

Hunter Z Top dijo...

Nada que añadir salvo hacer referencia a tu buen gusto compañero.

Anónimo dijo...

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