Al listo que se le ocurrió hacer el concierto de AC/DC sevillano en el Estadio Olímpico hay que darle un premio. Un premio por mentecato.
Que una banda, posiblemente la banda de rock más grande del planeta a día de hoy, suene como el culo, tiene delito. Además, llegar hasta el estadio fue toda una odisea. Menos mal que mereció la pena. Espectáculo puro y duro para estos yayos que ya están yayos...
Luego recogimos un premio (por cierto, hoy nos han dado otro también a Ibrahim, en Cataluña), casi me rompió la mandíbula tras perseguir un taxi, en la alameda pedíamos las copas de dos en dos y almorzamos como tres veces. Finalmente, hemos dormido en el suelo de la estación una horita (nosotros y otros 500 asistentes al concierto) y, no sé muy bien cómo, hemos llegado a Madrid. ¡Menudas 20 horas!
Hoy, sigo peleándome con Luz en una puerca secuencia de TGA's que me está jodiendo vivo. Todo esto retrasa el estreno, claro... ¡Maldita tecnología!
2 comentarios:
¡Enhorabuena por esos premios!
Y entre tanto...yo me encuentro con un rockanrolero destrozadico en el AVE Madrid - Zaragoza...
Menuda carica de cansao que traía el compañero!
Saludos!
Jajajaja! Menudos gestionadores que estáis hechos!
Un abrazo!
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