Patxi es un tío grande. No lo digo por decir, lo digo porque lo siento. Para empezar, porque nos conocemos desde que teníamos 6 años, para seguir por todo lo que nos ha tocado vivir juntos. Entre esas cosas está cómo me ha hecho vivir este año la gira de Violadores del Verso de la que él forma parte.
Yo no soy rapero, pero los Violadores del Verso me gustan hasta la admiración. Creo que el primer recuerdo que tengo de ellos, es cuando teníamos unos 15 años y en esas cincomarzadas en las que íbamos al parque con el loro y las litronas. En el loro sonaba una cinta de Kase.o. Recuerdo frases suyas, recuerdo lo del “jode culos Ibarra” a la perfección porque mientras magreaba a aquella chica a la que le iba el punk, había cierta clase de pensamientos en mi cabeza. El tipo que traía aquellas cintas era Raúl, hace años que le perdí la pista – y eso que era un tío de puta madre – pero me grabó aquellas cintas y algunas más.
Recuerdo los videoclips de Samuel Zapatero. “Máximo exponente” era grande – sólo por la canción es enorme – y tenía muchísimo ingenio narrativo audiovisualmente. La imagen de Kase.o sobre la bola del mundo en la Plaza del Pilar, Lírico escondido entre las sombras de un parking o Hate entre bailarinas de striptease era cosa seria. “Virtudes y vicios” fue un hit en Zaragoza. Yo me acuerdo mucho del videoclip, rodado en parte en la calle mayor, porque al haberme criado en parte en la Magdalena todo me resultaba muy cercano. Pero recuerdo a la gente cantando esa canción en mil situaciones. Años después, Marta y yo la cantábamos a todo trapo en el coche de camino a las localizaciones de Perceval. Éramos los únicos que nos la sabíamos y que gritábamos al cantarla, los otros tres, en el asiento de atrás, no decían absolutamente nada, pero esa canción a toda hostia por los montes de Loarre era digno de verse.
Cuando Patxi empezó a currar con ellos me contaba cosas asombrosas. Yo me quedé con las ganas de hacerles los videoclips del nuevo disco, algo con lo que había hasta soñado en algún momento, y lo que Patxi me contaba servía al menos para calmar mis ansias por saber de su trabajo y su éxito. Durante el rodaje de Perceval, en el Panchimóvil – que es el antiguo coche de Marcos, el técnico de Doble V – solo sonaban ellos. Al acabar el rodaje, el último día, él y yo íbamos a toda hostia por Loarre con “Trae ese ron” reventando los altavoces del coche.
Luego Patxi me dijo: “Escucha esto” y me puso el “Alas rotas” de Xhellazz. Tras mi ruptura y un año de hostias como panes, me enamoré de esa canción, de esa letra y de toda la tristeza que hay entre línea y línea y entre rima y rima. En los tiempos de juergas jodidas, “Así funciona” del Señor Rojo, se convirtió gracias a Patxi en un himno.
Para mí, enamorado del funky gracias a Eus y de sus letras gracias a Patxi, sus temas han significado mucho a lo largo de este año. De hecho, el primer post que escribí hablaba de ellos (aquí lo linko). Destilan auténtica sabiduría en cada párrafo, son pensamientos de una lucidez alcohólica, de una honestidad directa como un puñetazo. Si Bukowski viviera y supiera español, se volvería loco con sus letras. Con Xhelazz me siento muy identificado porque los problemas con el sexo opuesto inundan sus letras y yo intento que pase lo mismo en lo que escribo. Todo lo que he aprendido y he corroborado escuchándoles se hizo carne hace tan sólo unos días, cuando los vi en el Paseo de la Independencia en un conciertazo increíble de 3 horas. Ellos mismos lo dicen en su página: el concierto de Independencia no es sólo importante porque hayan tenido 70.000 personas viéndolas, lo es más porque un Ayuntamiento ponga en su escenario de lujo a un grupo de rap. El mismo grupo de rap que superó a Bisbal y toda esa basura y se colocó el número 1 en ventas. Eso significa algo y yo creo que habla por sí sólo. Es una gran noticia. Escuchar: “Mi enemigo es la Expo y por su fracaso brindo” en el Paseo de la Independencia, pagado por el Ayuntamiento es todo un lujazo y un golpe al capitalismo, a la especulación urbanística y a todos los maricones de esta ciudad. Ver a Hate en directo, cómo rapea, cómo se mueve; a Lírico improvisando, a Kase.o pidiendo ruido y a Xhelazz armándola fue toda un experiencia. Junto con Maceo Parker y Al Jarreau, los mejores conciertos de mi vida.
Para los que somos de Zaragoza, lo es todavía más, porque demuestra que esta ciudad que quiere tan poco a sus hijos, quizá dé una tregua a los que realmente se lo merecen, como ellos. Yo no sólo les admiro por su música, lo hago también por su estilo, por cómo llevan la fama, por cómo son con la gente que los admira y también con la que los critica. En “Asómate” Lírico lo expone muy bien. Siguen en Zaragoza, viven aquí a sus anchas, sin llamar la atención pero deslumbrando a la gente cuando pasan. Tienen la humildad suficiente para salir por ahí y aceptar las palabras de quienes se les acercan, y también la soberbia necesaria para saberse mucho mejor que todos ellos. Son como una familia y a mi eso me encanta, cuidan unos de los otros, cuando se saludan se abrazan y se dan dos besos. Salen de fiesta juntos, crean juntos y a la vez cada uno hace su vida. Mi hermano, muchas veces llega emocionado a casa y me dice: “¡Joder, iba en el 32 con Kase.o!”. A eso me refiero, son los más grandes y viajan con toda la humildad del mundo. Y eso a mi me encanta, me parece necesario. Ojalá mucha gente actuara de igual modo.
Cuando pincho en el Zorro, acostumbro a utilizar de ellos la intro “de norte a sur” del Genios. En vinilo suena como dios. Alguna vez pongo también “Máximo exponente” que a la gente le encanta, o “Prestigio intocable”, que es mi favorita. De vez en cuando, algún popero de mierda me viene con el rollo de que quite el rap. Yo le mando a paseo rápidamente y le digo que no me venga con hostias, que eso no es sólo rap, ni hip-hop… es poesía.
El otro día tuve la suerte de compartir tragos con ellos hasta altas horas de la madrugada. Con Patxi, claro. Todo un honor. Son gente humilde, pero bien tranquilos pueden decir bien alto que no sólo son magos porque piensan en las canciones que quieren escuchar y las hacen, que no es un vacile, que son genios. Y el que diga lo contrario no tiene ni idea, coño. Chin, chin!
Yo no soy rapero, pero los Violadores del Verso me gustan hasta la admiración. Creo que el primer recuerdo que tengo de ellos, es cuando teníamos unos 15 años y en esas cincomarzadas en las que íbamos al parque con el loro y las litronas. En el loro sonaba una cinta de Kase.o. Recuerdo frases suyas, recuerdo lo del “jode culos Ibarra” a la perfección porque mientras magreaba a aquella chica a la que le iba el punk, había cierta clase de pensamientos en mi cabeza. El tipo que traía aquellas cintas era Raúl, hace años que le perdí la pista – y eso que era un tío de puta madre – pero me grabó aquellas cintas y algunas más.
Recuerdo los videoclips de Samuel Zapatero. “Máximo exponente” era grande – sólo por la canción es enorme – y tenía muchísimo ingenio narrativo audiovisualmente. La imagen de Kase.o sobre la bola del mundo en la Plaza del Pilar, Lírico escondido entre las sombras de un parking o Hate entre bailarinas de striptease era cosa seria. “Virtudes y vicios” fue un hit en Zaragoza. Yo me acuerdo mucho del videoclip, rodado en parte en la calle mayor, porque al haberme criado en parte en la Magdalena todo me resultaba muy cercano. Pero recuerdo a la gente cantando esa canción en mil situaciones. Años después, Marta y yo la cantábamos a todo trapo en el coche de camino a las localizaciones de Perceval. Éramos los únicos que nos la sabíamos y que gritábamos al cantarla, los otros tres, en el asiento de atrás, no decían absolutamente nada, pero esa canción a toda hostia por los montes de Loarre era digno de verse.
Cuando Patxi empezó a currar con ellos me contaba cosas asombrosas. Yo me quedé con las ganas de hacerles los videoclips del nuevo disco, algo con lo que había hasta soñado en algún momento, y lo que Patxi me contaba servía al menos para calmar mis ansias por saber de su trabajo y su éxito. Durante el rodaje de Perceval, en el Panchimóvil – que es el antiguo coche de Marcos, el técnico de Doble V – solo sonaban ellos. Al acabar el rodaje, el último día, él y yo íbamos a toda hostia por Loarre con “Trae ese ron” reventando los altavoces del coche.
Luego Patxi me dijo: “Escucha esto” y me puso el “Alas rotas” de Xhellazz. Tras mi ruptura y un año de hostias como panes, me enamoré de esa canción, de esa letra y de toda la tristeza que hay entre línea y línea y entre rima y rima. En los tiempos de juergas jodidas, “Así funciona” del Señor Rojo, se convirtió gracias a Patxi en un himno.
Para mí, enamorado del funky gracias a Eus y de sus letras gracias a Patxi, sus temas han significado mucho a lo largo de este año. De hecho, el primer post que escribí hablaba de ellos (aquí lo linko). Destilan auténtica sabiduría en cada párrafo, son pensamientos de una lucidez alcohólica, de una honestidad directa como un puñetazo. Si Bukowski viviera y supiera español, se volvería loco con sus letras. Con Xhelazz me siento muy identificado porque los problemas con el sexo opuesto inundan sus letras y yo intento que pase lo mismo en lo que escribo. Todo lo que he aprendido y he corroborado escuchándoles se hizo carne hace tan sólo unos días, cuando los vi en el Paseo de la Independencia en un conciertazo increíble de 3 horas. Ellos mismos lo dicen en su página: el concierto de Independencia no es sólo importante porque hayan tenido 70.000 personas viéndolas, lo es más porque un Ayuntamiento ponga en su escenario de lujo a un grupo de rap. El mismo grupo de rap que superó a Bisbal y toda esa basura y se colocó el número 1 en ventas. Eso significa algo y yo creo que habla por sí sólo. Es una gran noticia. Escuchar: “Mi enemigo es la Expo y por su fracaso brindo” en el Paseo de la Independencia, pagado por el Ayuntamiento es todo un lujazo y un golpe al capitalismo, a la especulación urbanística y a todos los maricones de esta ciudad. Ver a Hate en directo, cómo rapea, cómo se mueve; a Lírico improvisando, a Kase.o pidiendo ruido y a Xhelazz armándola fue toda un experiencia. Junto con Maceo Parker y Al Jarreau, los mejores conciertos de mi vida.
Para los que somos de Zaragoza, lo es todavía más, porque demuestra que esta ciudad que quiere tan poco a sus hijos, quizá dé una tregua a los que realmente se lo merecen, como ellos. Yo no sólo les admiro por su música, lo hago también por su estilo, por cómo llevan la fama, por cómo son con la gente que los admira y también con la que los critica. En “Asómate” Lírico lo expone muy bien. Siguen en Zaragoza, viven aquí a sus anchas, sin llamar la atención pero deslumbrando a la gente cuando pasan. Tienen la humildad suficiente para salir por ahí y aceptar las palabras de quienes se les acercan, y también la soberbia necesaria para saberse mucho mejor que todos ellos. Son como una familia y a mi eso me encanta, cuidan unos de los otros, cuando se saludan se abrazan y se dan dos besos. Salen de fiesta juntos, crean juntos y a la vez cada uno hace su vida. Mi hermano, muchas veces llega emocionado a casa y me dice: “¡Joder, iba en el 32 con Kase.o!”. A eso me refiero, son los más grandes y viajan con toda la humildad del mundo. Y eso a mi me encanta, me parece necesario. Ojalá mucha gente actuara de igual modo.
Cuando pincho en el Zorro, acostumbro a utilizar de ellos la intro “de norte a sur” del Genios. En vinilo suena como dios. Alguna vez pongo también “Máximo exponente” que a la gente le encanta, o “Prestigio intocable”, que es mi favorita. De vez en cuando, algún popero de mierda me viene con el rollo de que quite el rap. Yo le mando a paseo rápidamente y le digo que no me venga con hostias, que eso no es sólo rap, ni hip-hop… es poesía.
El otro día tuve la suerte de compartir tragos con ellos hasta altas horas de la madrugada. Con Patxi, claro. Todo un honor. Son gente humilde, pero bien tranquilos pueden decir bien alto que no sólo son magos porque piensan en las canciones que quieren escuchar y las hacen, que no es un vacile, que son genios. Y el que diga lo contrario no tiene ni idea, coño. Chin, chin!
6 comentarios:
Y eso que no mencionas que los nombres que te pones en el messenger siempre los sacas de las letras de los Violadores
Hombre, es que ¡qué mejor fuente de sabiduría directa, al grano y con tanta lucidez!
¿70.000? ¿Más que en el concierto simultáneo de Héroes?
Eso dicen los recuentos oficiales!
Soy capo , tengo 32 tacs , vivo en madridy aun recuerdo com el año pasado me emocione como un niño al ver juntop a mi novia al gran kase o en la plaza mayor pasenado un perro.Hable un rat con el (le hiz racia que le reconociera) y sin duda alguna fue el mejor momento del año pasado.
Te envidioo por conocerlos y me gustaria correrme unas juergas con ellos,ellos soj grandes y yo sy un cabron muy simpatico.. al fin y al cabo son la banda sonora de mi vida.
suscribo de la a la z tu post.
Aqui tienes un amigo de madriz ,que comparte 1 de tus aficiones.Gracias (angelcapo9@hotmail.com)
Un saludo
Muchas por tu comentario, Capo. Desde luego te puedo decir que los pocos momentos que he podido compartir con ellos, los guardo en la memoria como oro en paño. Son enormes.
Un abrazo!
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