miércoles, 22 de julio de 2009

El hombre que no estaba allí (Vol. 3)

Esta vez no es un hombre, sino una mujer. ¡Y vaya mujer! Casi nunca se habla de Kathryn Bigelow y eso que es una tía de armas tomar. Creo que ahí radica que nunca se la mencione. 1) Es mujer. 2) No hace películas "de chicas", hace cine de acción.

A mí esas catalogaciones de películas de tíos, de tías o de extraterrestres me parecen basura. Una película es una película, y me da igual que la haya hecho quien la haya hecho con tal de que sea buena. Kathryn siempre ha arrastrado el fantasma de ser algo marimacho y hacer películas de acción. A Michael Mann se le rinden honores, merecidos por supuesto, pero a ella nunca se le reconocerá el dominar el pulso narrativo de la acción mucho mejor que otros directorcillos.

Voy a hablar de, a mi juicio, sus tres mejores películas: Los viajeros de la noche, Le llaman Bodhi y Días extraños.

La primera es una muy hábil película de vampiros. Hay pocas películas del género que me hayan gustado tanto como esta, y es que hay que decir que no para. Fotografiada por Adam Greenberg (el mismo de Terminator y colega de James Cameron) y protagonizada por un montón de amigos suyos: Lance Henriksen, Bil Paxton, Jenette Goldstein... Es muy hija de su tiempo, pero no por ello ha dejado que el tiempo pase por ella. Mucho antes de que Carpenter se llevara a los vampiros al sur profundo de los USA, Bigelow ya lo hizo en este brillante western-road-movie-vampírico que, en su día, se hizo famosa por las combustiones de los vampiros al contacto con el sol. ¡Y música de Tangerine Dream!



Ese es el tráiler, pero la secuencia más famosa, siempre ha sido ésta.

Seguramente el bueno de Greenberg y los demás colegas de Cameron le presentarían al mismo y terminarían por casarse (aunque duraron un año). Sin em,bargo, él le produjo Le llaman Bodhi, un filme de acción de esos de empiezo y hasta que no acabo ni te muevas del asiento.

Quizá su mejor trabajo, Le llaman Bodhi incluye brillantes escenas de acción de persecución en coche, y mejor a ún a pie, con unas espectaculares secuencias de surf y un más que famoso descenso áereo en paracaídas. Con tiroteos tremendos como el del asalto a la casa o el atraco al banco, da buena cuenta del ambiente de principios de los noventa de los surferos barriobajeros de L.A. Además, situar al petardo de Patrick Swayze en el papel antagonista y conseguir que no sólo te caiga bien, sino que le admires es asombroso. Por si eso fuera poco, que los malos se vistan de ex-presidentes yankis y atraquen así los bancos... bueno, qué puedo decir.



Días extraños, surge de la pluma de Cameron. Es una de esas historias, una distopía de las que le gsutan a él. Una visión absolutamente postmoderna de lo que podría ser el entretenimiento en un futuro no muy lejano. Si bien la película es demasiado larga y a veces el ritmo es un poco chirriante, creo que hay genialidad en muchos momentos. Como el arranque, por ejemplo, como todos esos PDV's que tanto le gustan a Bigelow y en esta película se explaya a gusto, pero también se ve claramente la parte Cameroniana, toda esas vueltas al tema de los recuerdos enlatados y el tráfico de los mismos.



Sin ser una de los grandes, Bigelow ha hecho películas de tomo y lomo, cine de acción puro y duro y por los cojones que le echa merece que se la reconozca, aunque el cine en femenino sea todavía relegado - desgracidamente - a un segundo plano.

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