Estos días le estoy dando bastantes vueltas a los proyectos que vendrán. Los que están a mi alrededor en este exilio madrileño, saben que no es nada fácil compaginar la inminencia de algunos proyectos personales con los que, de momento, dan de comer (nada nuevo para cualquier tipo en este sector). Sin embargo, poco a poco se ve una luz al final de camino.
De siempre he sido un impaciente. Pero un impaciente del copón. El tiempo y las bofetadas me han dado cada vez más paciencia. No esa sensación de rendirte, sino la aceptación de que no es tu momento, de que lo tuyo está por llegar y que - a diferencia de muchos que se duermen en los laureles - sino luchas porque suceda, no sucederá jamás. Cuando ocurre algún hecho de estas características, recuerdo las sabias palabras de Hunter S. Thompson: Be calm. Enjoy losing. Sabiendo entenderlo y regocijándote en el fracaso, sacando todo lo bueno de ello.
Proyectos (de los que dan de comer) se agolpan como el del amigo Bustamante. Uno de los nuestros está siendo toda una experiencia, de eso estoy seguro, en perspectiva hay otros - posibles - con Amy Winehouse, Coldplay o Keane... Por otra parte, y si las circunstancias siguen tan proclives como por el momento, tendré el privilegio de dirigir buena parte de una serie que he contribuido a crear para una de las grandes cadenas de tele de este país. No puedo decir más datos por el momento, salvo que se sale de la norma de las series a las que estamos habituados aquí. Prometo un shock.
Pero además de todo esto, están los proyectos personales INMINENTES. Es muy posible que este verano le demos caña a un proyecto pequeño pero curioso, en un formato la mar de peculiar y con unas características nada habituales. Será en Londres, pero por el momento no digo nada más. Esta cosita pequeña entra dentro de un proyecto más grande (de duración), que podríamos encuadrar dentro del formato largo. Sin embargo, es algo experimental y sórdido. Sí, sí, a Abel Ferrara le encantaría...
He seguido las palabras de Scorsese en cuanto a eso de "escribe acerca de lo que conozcas" y estoy inmerso en los infiernos que la noche y la demencia me fueron revelando. No quiero decir nada salvo que, por supuesto, todo estará ficcionalizado y que, mi mayor meta, es mostrar cosas que normalmente no enseñarías en una película. Cuando pienso en Perceval o Noches Rojas y la cantidad de escenas jodidas que dejé ahí, sin llegar hasta el extremo de que digas "joder, no me llevan hasta aquí normalmente en una peli", no puedo sino arrepentirme de no haber continuado e ir hasta el nervio principal.
La culpa, la redención, la autodestrucción, la violencia, el sexo, las drogas y la inocencia perdida son los pilares donde se asienta la historia. No quiero ni decir el título porque barajo varios, aunque me encanta La culpa aprieta más gatillos. Será algo absolutamente underground antes del guión de largo con el que pienso dejar unas cuantas bocas abiertas. De ese sí que no digo nada. Cuando llegue el momento...
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