miércoles, 18 de junio de 2008

Si sangra, podemos matarle

Esta sí que duele. Quizá uno de los grandes tipos del cine de acción - de los 80 principalmente - murió ayer. Stan Winston, ni más ni menos que la mente preclara que creó a Terminator, Depredador, la reina madre de Aliens, los dinosaurios de Jurassic Park, el Pingüino de Batman Returns o el personaje protagonista de Eduardo Manostijeras, se despide de nosotros a causa de un cáncer del que ya venía quejándose hace tiempo.

En los últimos tiempos incluso se había dedicado a producir, siempre películas con un punto de fantástico y mucho de acción, como decía él. Tal fue el caso de de Km. 666, una pequeña pero entretenida teen movie con caníbales y la siempre increíble Eliza Dushku.

Es una grandísima pena que un tipo así se vaya tan pronto - aunque ya estaba mayorcito - nos quedarán sus películas y los maravillosos comentarios que hace en sus entrevistas para los DVD's, toda una lección.

In pace requiescat.

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