miércoles, 21 de marzo de 2007

Bukowsi y el romanticismo

A Bukowsi siempre se le ha considerado un borracho. Es porque es la verdad. Fue un borracho como la copa de un pino y, en esos momentos de lucidez que tienen los borrachos, escribía libros como “Mujeres”, donde hacía un recorrido por sus aventuras amorosas y era capaz de escribir cosas asombrosas, Me he tomado la grandísima libertad de versionarlo para hacerlo más personal si cabe:

Yo era sentimental respecto a muchas cosas: unos zapatos de mujer bajo la cama; unas horquillas olvidadas; la manera cómo decían: “Voy a hacer pipí…”; cintas de pelo; pasear por el bulevar con ellas a la una y media de la tarde, sólo dos personas caminando juntas; las largas noches bebiendo y fumando, hablando; las discusiones; los pensamientos de suicidio; comer juntos y sentirse bien; las bromas, la risa saliendo de ninguna parte; sentir milagros en el aire; estar juntos en un coche aparcado; comparar pasados amores a las tres de la madrugada; que te dijeran que roncabas, oírlas roncar; madres, hijas hijos, gatos, perros; algunas veces la muerte otras el divorcio, pero siempre yendo adelante, siguiendo a través; leyendo juntos un periódico; parques, picnics; sus estúpidos amigos, tus estúpidos amigos; tu bebida, sus bailes; tus flirteos, sus flirteos; miraros sin decir absolutamente nada; los abrazos; los besos; dormir juntos…

Todo eso es lo que hace que las personas seamos personas y que las relaciones humanas tengan sentido. Hay que gente que lo considerará romántico y otros que son tonterías, pero es que a mí, sus pequeños zapatos junto a los tuyos, aquella primera noche que pasasteis juntos, la primera vez que le cogiste la mano en ese bar, a hurtadillas, sin saber si ella quería que lo hicieras, o la primera vez que sentiste su pecho desnudo contra el tuyo, o cuando se levantó de la cama esa mañana y la viste vestida con esa ropa que apenas se veía en la oscuridad de las persianas y pensaste: “Es verdad. Está conmigo”. Es como la primera vez que le viste las piernas después de habértelas imaginado o cuando te dijo que le gustaba esa película que a ti te volvía loco. O cuando os detuvisteis en ese paso de peatones y os mirasteis y supisteis de que iba todo eso.

Y es que de eso trata precisamente el asunto…

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Una cosa... en vez de un romántico, no serás un... FETICHISTA?

Aragüés dijo...

No, no. Eso nunca. A mí eso de volverme loco con los detalles es porque me recuerdan a las personas, no por el objeto. Esa es la diferencia entre fetichismo y romanticismo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo en que son esos pequeños detalles los que nos definen pero desgraciadamente es lo que más rápido se olvida.

Aragüés dijo...

Ah, sí? Lo que más rápido se olvida? Totalmente en desacuerdo, para mí es lo que más permanece. Siempre se queda grabado a fuego y, cuando vuelves a verlo o lo recuerdas, te transportas inmediatamente a aquél momento de tu vida...

Hunter Z Top dijo...

totalmente de acuerdo contigo, pero eso ya so sabes. Todos los puntos sobre todas las ies.
El primer libro que lei de Charles B. fue Mujeres e incluso me permiti la licencia, despues de leerlo un par de veces seguidas, de dejarselo a un par de amigas, que me lo devolvieron sin un atisbo de gesto en su cara al momento de la entrega. Conclusion, las mujeres no entienden a los hombre y los hombres no entienden a las mujeres, sin embargo, el instinto y el deseo hacen la relacion entre hombre y mujermuy placenterea. Eso y el apego hacen el resto. Saludos