viernes, 26 de enero de 2007

Palabra de Lang

Antes de emepezar, una pequeña contextualización.

Fritz Lang, el director alemán de monóculo o parche en ristre, según se tercie, fue quién le dio la primera vuelta de tuerca al género de ciencia-ficción a través de películas como Metrópolis (1926) y La Mujer en la Luna (1928 ).

Fue el responsable de que el joven Luis Buñuel decidiera guiar sus errantes pasos hacia el cine, después de ver Las Tres Luces (1921).

Comenzó a utilizar la profundidad de campo con Los Espías, en 1928, doce años antes que Ciudadano Kane, de Welles (y sin Gregg Toland de por medio, todo sea dicho).

Con su saga sobre el Doctor Mabuse (1922) preconizó, durante la República de Weimar, el clima social y político que llevaría a Hitler al poder diez años después.

Este hombre, escapó de Alemania, menos de una hora después de que Goebbels le ofreciera el importante cargo de director de la UFA, seguramente el estudio más importante de la época.

Este hombre, repito, declara en una entrevista que le concede al anteriormente brillante Peter Bogdanovich en su libro Fritz Lang en América:


“Reconsideré el pasado –cuántas películas mías habían sido mutiladas–, y como no tenía la menor intención de morir de un ataque cardíaco, dije: CREO QUE DEJARÉ ESTA CARRERA DE RATAS”.


Ahí queda eso. A mi me parece ACOJONANTE.

Solo añadir, que desde que encontré ese párrafo, me siento un poco mejor.

5 comentarios:

Aragüés dijo...

Y qué razón tenía. El fracaso está siempre a la vuelta de la esquina, no sólo en sus acepciones más empleadas entre la gente de bien, sino en todas sus formas. El cine, por supuesto, es una de ellas.

Anónimo dijo...

Tu comentario parece un silogismo...
significa, acaso, ¿que el cine está a la vuelta de la esquina?

Aragüés dijo...

Lo he vuelto a leer y no me acordaba de lo que había escrito. ¿Te parece eso poco fracaso?

Hunter Z Top dijo...

Fracasar o ser un fracasado, esa es la cuestion??
Pienso que ningun esfuerzo merece la pena si antes no se ha fracasado lo suficiente como para darse cuenta de que los fracasados son los demas. Aceptarse a si mismo con sus fracasos es el maximo exponente de la lucha interna del ser humano por hacer realidad un sueño.En el fondo, soñar es lo unico que nos mantiene vivos, o no???.

Aragüés dijo...

Por supuesto, por eso mimso el fracaso vale tanto. Hay que saber vivirlo y aprovecharlo, que luego se va y te conviertes en un triunfaodr cualquiera...