Rematando varios rodajes. Hace unos días estuvimos una semana en Mallorca, cerrando la parte más complicada del cortometraje Las 6 reencarnaciones de Ibrahim Gonsález. Al más puro estilo guerrilla Corman, aprovechamos las circunstancias para hacer el corto y el videoclip de David Sancho de su single Estando contigo de su disco Sancho & Swing.
Lunes, 2:45 de la madrugada. Las nubes no dejan ver el cielo repleto de estrellas, dejando que las farolas las tiñan de naranja. Salimos en un viaje demente Zaragoza-Madrid, para ir directos a Barajas y de allí a Palma. Hacía nada que Marta y yo habíamos estado en el cine, tan solo unas horas antes, viendo el descalabro de adaptación de El diario del ron y ya estábamos metidos en otro viaje Gonzo. A las 7h en punto salía nuestro avión. Llegamos a Barajas, de esono hay duda, pero nuestro parking estaba en el culo del mundo y Marta se lanzó sobre aquél autobús que nos llevó hasta mitad del camino, la otra mitad la tuvimos que hacer corriendo, mientras Sancho cantaba a las azafatas de la puerta de embarque para que nos esperaran. 7:12h, los pasajeros intranquilos, el capitán mosqueado y Sancho sigue cantándoles a las azafatas. Un minuto después llegamos y logramos subir a bordo entre miradas de reproche.
Sin dormir ni un minuto nos fuimos al centro de Palma, tuvimos que vender el argumento de una película y de ahí a la cala Contesa para rodar los primeros playbacks. Ya son unas 26 horas sin dormir. Esa misma tarde rodamos en un descapotable, en la otra punta de la isla, a contrarreloj contra los últimos minutos de sol. Después un paseo en barco para calcular la situación del día siguiente. Logramos llegar a la cama después de 41h sin dormir.
Al día siguiente, los permisos que teníamos para rodar en el aeorupuerto no eran válidos. O quizá los válidos no éramos nosotros. El semblante deformado del Guardia Civil lo dejaba claro: no le gustábamos. Por lo que a él respectaba, podíamos seguir llorándole todo el día, pero no cruzaríamos el control de seguridad. Por suerte, conseguimos a un tipo que nos dejó su helicóptero privado. En otro aeropuerto, más pequeño, más familiar, quizá incluso más civilizado.
Esa misma tarde, volvimos al barco para rodar algunos playbacks de Sancho. Salimos a alta mar y tenemos la puesta de sol que queríamos. Cenamos en Andratx, a un paso de todos los barcos atracados. En un pequeño restaurante que se llama Coppola. Llega un mensaje de Nuestro Hombre en el Aeropuerto: podremos rodar en el avión a la mañana siguiente.
Allí nos presentamos y como buenos ciudadanos nos dejan pasar. Las caras largas ya se han esfumado y ninguno preguntaremos por qué. Rodamos en el avión y volvemos al barco. Hay unas Misses a las que filmar.
Una de ellas, Miss Baleares. Sancho no tardó en armar la fiesta en el barco. Fuimos a altar mar y allí saltaron al agua que, a pesar del calor, estaba congelada. Volvemos a 15 nudos hasta el puerto. Una velocidad considerable para ir en la proa intentando conseguir un plano decente. Probé diferentes combinaciones de sensibilidad, obturación y diafragma, pero no se puede luchar contra el mar. No obstante, redujimos la marcha y conseguimos el plano. Con todo rodado y fiesta en el barco y una visita al Coppola, Sancho perdió los pantalones y tuvo que pasear por Andratx en calzoncillos, suscitamos miedos, odios, envidias e interés a partes iguales. Tan solo unas horas de sueño y volvemos a Madrid con todo en la lata.
Por otro lado, ayer rodamos el pequeño corto Encuentro, protagonizado por Marianico el corto y Manuel López, junto con el burro Coco y un reducido y familiar equipo. Encuentro es un micro western rural que verá este verano su estreno junto a Las 6 reencarnaciones de Ibrahim Gonsález. Seguiremos informando.
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