De vuelta. Sí, sí, de vuelta de todo y en el hogar de nuevo... Después de un viaje eterno, comprándoles whisky a unas yonkis de Marsella en el tren y bebiendo vino con unos yankis hasta Barcelona, puedo decir que, como el vampiro, descanso en mi tierra natal. Llega ahora un período de inflexión y reflexión, con algunos cambios que se irán sucediendo lenta pero progresivamente. Y es que hay momentos en que miras atrás y te das cuenta de la hostia que te puedes pegar...
Por eso, este es un buen momento de publicar alguna de las estúpidas fotos que he hecho estos días.
Así pintaba el Palais du Festival todas las noches...
Así empezaba yo todas las mañanas (más bien mediodías)
Y así seguíamos. Desperados (nosotros y la cerveza, esa que tiene algo de Tequila).
Ahí lo tenéis, amigos. Érase un marrano a una sudadera pegado.
Mr. William Friedkin, más viejo, más gordo, pero a diferencia de muchos de nosotros, más sabio.
Scorsese, como un dundee, humilde e informador. Michel Ciment, como un pordiosero, tomándose su papel demasiado en serio.
Tuve la suerte de poder colarme en el rodaje de un episodio de una de las mejores serie que se hacen actualmente, "El séquito". Allí estaban, haciendo de las suyas...
Sólo en Cannes.
Allí, al fondo, está solo una parte de la batería de yates...
Y para bien o para mal, tanto si ha sido poco o mucho, ahí queda dicho. Festival du Cannes, a bien tôt! Au revoir a le anné prochaine!
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1 comentario:
Asi son las cosas y asi se lo hemos contado, Cannes, el glamour de ir a Cannes...luego vas y el galmour solo se deja ver en los telediarios, ja ja ja ja ja.
Es solo trabajo.
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